la señora de las especias

"La vida hauria de ser com ja només la podem descobrir en les mirades d'alguns nens."

martes, octubre 17, 2006

Lavandula. Pido la paz y la palabra.



"Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
compredió: y rompió todos sus versos..."
Blas de Otero.


Hoy os invito a todos los soñadores, a todos los que teneis imaginación y esperanza, a seguir caminando, a no dejar que nada ni nadie os frene porque sois dueños absolutos de vuestro corazón y vuestros pensamientos.
Hoy pido la voz y la palabra para todos los que nos levantamos con el romanticismo y la iniciativa en este mundo de farándula.
Hoy mando paz a todo el que se ve oprimido por esa supuesta realidad y esas normas tan perfectas que nos juzgan. Pido compasión para todos aquellos cuya moral corrompida ha olvidado el país de los sueños y es incapaz de entendernos.
Hoy os mando valor para continuar, para vivir la vida intensamente y no desperdiciar ni un solo segundo de vuestro don siendo lo que otros esperan.
Es algo maravilloso lo que tenemos. Despertar y seguir nuestros sueños con la inocencia y la ilusión de un niño, caminar con el amor de la mano y sembrar con el ejemplo porque tan valida es nuestra visión tantas veces tachada de utópica como la de aquellos sumidos en los prejuicios de la opresión.

Hoy pido Lavanda en vuestras vidas para protejeros, daros ilusión, amor, castidad en los pensamientos e inocencia en vuestros actos.
Adelante. Esta, vuestra vida, es única y perfecta en su imperfección.

Tie ci, esperi: A un olmo seco


Antes... de...
Hacia la luz y hacia la vida mi corazón también espera.

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hacia la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Antonio Machado.

lunes, octubre 02, 2006

Incerteza

El camino cierto...
Cuando todo lo demás tiembla no tengo más manos que las que te agarran.
No te soñé para perderte, sólo te soñé para amarte y si permanecemos flotando, lejos del girar del suelo lo único que no se movería serían nuestros sueños.
No oigo el tambor de la anciana, ni el canto de las especias pues mis manos tiemblan demasiado para escucharlo, tampoco siento ya las respuestas susurradas a mis espaldas. Ahora creo ilusa que la elección es mía cuando en realidad todo está ya decidido. Saber ahora como lo quiero es mi mayor lucha, pero lo quiero contigo.
¿Será que todo duerme bajo el suelo de otoño para resurgir con fuerza en la Luna de Marfil?

Las tres descansan en sueño profundo, con el vientre fértil, la inocencia vivaz y las arrugas sabias.
Las tres esperan resurgir con la Luna, volando entre campos, removiendo las hojas, hojas rojas como la Luna de Sangre, como sus atardeceres, retazos de su reino.
Fuegos en los hogares y en el corazón de la Tierra, latente, esperando, el ciclo continúa.
Veamos.