la señora de las especias

"La vida hauria de ser com ja només la podem descobrir en les mirades d'alguns nens."

viernes, septiembre 14, 2007

Peras en almíbar a la menta



Un día no quieres hablar y tienes demasiadas cosas que decir, se agolpan inquietas en la garganta y salen a borbotones.
Otro día no te importaría hablar pero no puedes.
Voy a haceros una invitación, coger un trozo de pera y a cambio dejar por escrito eso que no habéis dicho y no para de dar vueltas en vuestro interior.
Imaginemos las palabras como un humo verde. El aire sale de los pulmones, empuja las palabras, nos las tragamos y ese humo verde se vuelve una pasta que se queda pegada al corazón. "No se que me pasa Doctor... tengo insomnio, desasosiego, pesadillas, angustia... " "Eso es la horrible pasta verde de las palabras tragadas. Tiene usted que expresarse, con acciones, palabras, o gestos, pero sea fiel a sus pensamientos, no los calle. Tome dos cuartos de pera a la menta todas las mañanas y respire hondo. En una semana de sinceridad estará como nueva."

Pensareis que donde me he dejado la poesía y qué las gracias no son lo mío, pero creo que ha quedado claro.


Nunca hagáis algo que no queréis simplemente porque no os atrevéis a hablar.
Nunca digáis que estáis bien cuando no es verdad.
Nunca dejéis de lado vuestra intuición.
Nunca seáis infieles a vuestros principios.
Y nunca os dejéis contaminar con los enredos, mentiras, y situaciones ajenas a vosotros por el simple hecho de tragaros las palabras.

Siempre hay que dejar clara nuestra postura, así nuestra posterior actuación estará totalmente justificada ya que simplemente estaremos siendo fieles a nosotros mismos.

Quiero que os desahogueis en vuestros comentarios.

Empiezo yo:
Querida Señora de las Especias, me llamo Noelia, supongo que ya me conocerá, la del pelo largo que esta mañana estaba en la panadería.
Mi aportación: El otro día en el trabajo una paciente se empeño en venir una hora antes de la cita. Yo le dije que no podía atenderla. Me cambió la hora con otra señora y aún así apareció una hora antes.
No le dije nada pero ahí va:
Señora, respete su hora, yo le dedico mi tiempo, respételo y respete el de las demás pacientes. Si tiene un problema importante lo hablamos pero no lo haré por un capricho y cabezonería. Para otro día piense bien la hora que pide y si de verdad quiere venir.
Punto!



Uf!!!!!!!!!! ¡Que a gusto me he quedado!!! Jaaaajajajaja!!! Seguiré desahogando por aquí en una hoja. Esto es realmente genial, intentarlo!!!Os sentiréis más ligeros y no le haréis daño a nadie.
Un abrazo a todos.