la señora de las especias

"La vida hauria de ser com ja només la podem descobrir en les mirades d'alguns nens."

martes, noviembre 27, 2007

Abanico de motivos. ¿Ese es posible?

En ocasiones nos vemos atacados por personas que apenas conocemos o que acaban de entrar en nuestras vidas. Esas veces el Universo elige al maestro más insólito para darnos una gran lección y al final hasta necesitaremos dar las gracias a nuestro verdugo por ayudarnos a evolucionar, aunque él no haya sido consciente de nada excepto de su enajenación.
Hace mucho que no escribo pero creo que la historia de hoy tiene mucho jugo. Os quiero invitar a entrar en este relato sin prejuzgar, a indagar, sacar conclusiones, esclarecer los motivos y abrir la mente sin las barreras del espacio y el tiempo. Os invito a un viaje a otra vida y a sus repercusiones en el presente, para más tarde dejar abierto mi buzón de comentarios e invitaros a opinar seriamente sobre el tema: lecciones no aprendidas, emociones arraigadas y vidas pasadas.



Finales del siglo XIX. Un edificio de ladrillo se yergue en una ciudad emergente, fruto de la industrialización. Ya ha oscurecido y en uno de los pisos una madre en bata y relajada se prepara para despedir el día con su hijo de dos años. Están en el salón, tranquilos, ajenos al fuego que se extiende por las plantas inferiores. El edificio se envuelve en llamas que acorralan a los dos protagonistas. La madre, desesperada por no poder salvar a su hijo y ante una muerte inminente de ambos salta por una de las ventanas mientras el niño se deshace en sollozos y gritos. Ella no soportaría verle morir y decide quitarse la vida antes de que eso ocurra. Desgraciadamente los dos fallecen.


En nuestros día. Una pareja acomodada termina su relación, decidiendo enterrar algo que murió hace tiempo y que comienza a heder. Ella ya no le dedicaba todo el tiempo que él requiere haciendo que este se sienta desatendido. Ella busca un respiro y tiene otros intereses. Cuando el rehace su vida por otro lado y descubre el amor vivo, cambiante, el que te transforma en guerrero, ella siente que le pierde, que él ya no le permite que le proteja o que al menos ella lo crea así. Ella se empeña en impedir que haya alguien mas importante que ella para él, lucha con todas sus fuerzas y artimañas para que eso no sea así, causando dolor para ambos mientras él lo consiente, algo le frena y no puede impedirlo. Ella no soporta ver que él ya no le necesita, que no le consulta todo, que no está para satisfacer sus caprichos y necesidades, necesidades que debía cubrir su actual pareja. Conclusión: posesión, no amor.



Ahora intentemos interrelacionar las dos historias.
Emociones de la madre:
-Incapacidad de cuidar y proteger a su hijo.
-Era un niño pequeño, el padre nunca hizo acto de presencia excepto en el momento de su concepción, y además era madre, todo esto hace que ella sea totalmente dominante sobre el hijo, que sea ella quien tome todas las decisiones sobre él.
Emociones del hijo:
-Abandono.
-Desamparo.
-Necesidad de protección de su madre.
-Es su madre y el es muy pequeño por lo que ella es la autoridad y él acata todas sus normas.

Emociones de la chica de la segunda historia:
-Desamparo al perder su papel de protectora.
-Pérdida de autoridad.
-Miedo a que él le pase algo si ella no está al mando de su vida.
Emociones del chico de la segunda historia:
-Ve que puede tomar las decisiones por si mismo pero no se atreve a imponerse a la chica, necesita su aprobación y protección. Necesita agradarla aunque no sea lo quiere, no puede evitar hacerlo, tiene miedo.
-¿Quién me cuidará mejor que ella? Quizá no me cuide bien pero la necesito (desamparo).



Volvamos ahora a pensar que realmente existen las vidas pasadas. Que esa chica era la madre, y que el chico era el hijo.
El chico (hijo) nunca se atreverá a llevar la contraria al arquetipo de la madre (chica) y necesitará su aprobación.
La madre (chica) siempre necesitará proteger y decidir sobre la vida del hijo (chico) ya que se siente única responsable de su bienestar.
El chico debe perdonar en su corazón a la chica y esa madre debe perdonarse a sí misma y dejar volar a su "hijo".
El chico ha de romper lazos y enfrentarse a su "madre" para poder vivir su vida.


Romper estos lazos es sencillo, sólo hay que tener valor para hacerlo. Liberarnos es importante para nosotros y nuestra evolución pero también lo es para los demás implicados. ¿Si no rompemos estos lazos, nos perseguirán vida tras vida como lecciones no aprendidas? ¿Siempre coincidimos con el mismo grupo de gente o almas? ¿Vuestros actuales conflictos pueden tener aquí su origen? ¿Por qué esa aversión a alguien que no conocemos? ¿Por qué ese cariño, protección, ternura...?


Intentemos recordar y sobre todo perdonemos de corazón, ¿no lo creéis? Sin lazos que nos aten se vive mejor, ya hay bastante con las limitaciones terrenales como para tener presa también el alma.


Invoco a la gran Orchis Fragans para que inunde los corazones de todos aquellos que tengan conflictos del pasado.