Burbuja de membrana selectiva

Encontramos tantas emociones, tantas situaciones en nuestro camino...
Algunas nos hacen respirar hondo, sonreír, festejar... nos alimentan el espíritu.
Otras, aquellas que no debimos tragar son veneno que no vimos venir o que no supimos atenuar.
Es tan difícil saber que persona, que poema, película, Luna, viento, camino... nos traerá una u otra cosa que hemos de arriesgar con los ojos cerrados para conseguir algo bueno entre el veneno.
También está el grado con el que apreciemos las cosas buenas... pero eso es trabajo de otra especia que ya os contaré más adelante...
Os enseñaré a crear una burbuja semipermeable que os proteja de emociones indigestas.
Necesitamos...
He estado toda la noche dándole vueltas y discutiendo con las especias sobre cuales aparecerían hoy, son unas coquetas, sentadas en sus estantes, deseando que hablen de ellas...
Necesitamos por un lado ayuda para tomar decisiones y acertar, otra para la intuición y otra para la protección, para no atraer situaciones-veneno, para aprender sin necesidad de que nos duela dentro.
Eso es... tres... tres... tres... aunque hoy abriremos las puertas a otro reino... el de las piedras...



Romero, todo fuerza y delicadeza, todo pureza y protección como tu hermana, la turmalina negra como los profundos ojos de la hechicera, como el ancestral ébano, como el silencio dormido de los días en suspensión...
Romero teje mi manto para frenar los peligros, para seguir siendo un ser inocente que baila el camino sin necesidad de tener miedo porque tú me arropas.




Ojo de Tigre, mirada afilada que ves el final de la senda antes de dar un paso en falso, guíame hacía la armonía y la plenitud, llevame hacia mis deseos y sueños.

Madreselva, te regalo una vela violeta para que abrás las puertas de mi cuerpo y pueda ver con los ojos cerrados, para sentir sin sentidos, para escuchar con el corazón, para saber sin poder explicarlo.





Estas tres, las tres, danzando unidas, creando una espiral de color que nos abraza, que nos proteje como una madre sabia que alimenta a su hijo, las tres nos ayudarán a crecer sin contaminar nuestra esencia con el lodo que se pega a cada paso, nos ayudarán a no confundirnos con las situaciones sino aprender de ellas y transformarlas en... alimento para el Espíritu.