Álamo temblón

Hoy sentí llover desde mi lecho y cuando amanecí descubrí charcos en mis ojos. El cielo está nubloso, mis ojos están tristes... y llovemos.
Un desfile de lágrimas vuelan un instante para posarse en la ventana, mil gotas de cielo van a mi encuentro y el cristal nos separa. Abro la ventana y el aire me atrapa, me deslizo entre árboles alborozados por nuestro encuentro.
No conozco el dulzor del agua que me moja, no se si el agua que flota sala, pero me siento viva, me quiero, estoy protegida, disfruto mis días sin ti. La lluvia me acoge en su seno y la disfruto, sin paredes artificiales.

Mi cuerpo desnudo y la lluvia descubren el amor. No me creerás cuando te hable de mi amante, me dirás loca y marcharás con miedo y dudas por mi seguridad, confianza. Te dolerán mis ojos sinceros y te dolerán mis lágrimas, las hermanas de quienes invocaron la lluvia.

Ya no canto sobre tus noches, noches de esparto que me duelen hasta el hueso cuando intento reposarlas a tu lado.